Monday, August 20, 2012

tati



 

   



Tati, qué bueno que te fuiste, pero sigo extrañando tu risa. Me gustaba verte en casa de mi mamá. Me encantaba que pasaras temporadas con ella. Disfrutar juntas de la comida.
Me pregunto si escuchaste lo que te decía al oído...
Vi en tú la agonía. Tú agonía. Tu respiración. Tú carita. Tú cuerpito. Tú pelito. Todo tan ajeno a lo que eres, ¿fuiste?
Capingones, champurrado, verdolagas.
Metro chabacano, museo de cera,  platitos de barro.
Baños a fuerzas, mercadito, resposet, anécdotas,  Coatepec, jamÓn, Charles Bronson.
Lágrimas, cuántas lágrimas. Tan bonita tú, tan querida, tan sufrida.

Tus anillos. me dijiste que me ibas a dejar tus anillos. No me dieron nada. Para mi su valor es que eran tuyos. Pero sé que esa no fue tu decisión. La policía del Karma.

Ahora no sé cuándo iré de nuevo a tu casa, que poco a poco dejó de ser tu casa.
¿Cómo estás ahora?
Te quiero siempre.