es lo más feo que nunca había tenido. me salió en nueva york por andar caminando como furiosa peregrina con unas chanclas. mis delicados piececillos no soportaron el rudo trato y salió un ampollita. no le hice caso, cambié las chanclas por unos tennis, luego cambié los tennis por unos nuevos y la ampolla continuó creciendo. no la quise pelar hasta que fue inevitable. me quité el calcetín y no pude creer lo que tenía. "es como de chernobyl" dije asombrada y se la enseñé a andrés. "es asquerosa", contestó. y sí, tan asquerosa que me atrapó durante diez minutos de contemplación. en contamplación fascinante, como a veces sólo las cosas asquerosas pueden provocar.lo quise compartir con ustedes, gracias.
