Semi desahogo por abolladura

Acabo de patear el coche de la persona que me hizo enfurecer.
Lo bueno es que me provocó vovler a escribir. Cosa que había abandonado por tener demasiado trabajo. Y cuando pienso en eso, en mi carga de trabajo, me vuelvo a enojar. Estoy furiosa. Realmente enojada con el mundo y la mayoría de sus pobladores.
Me caga la estupidez de un conductor que mientras voy cruzando la calle, y se me acaba el tiempo de cruzar el tipo CON TODA LA INTENSIÓN, viendo que estaba yo cruzando, aceleré el muy puto de mierda. ¿QUé pretende con eso? ¿Atropellarme y matarme? ¿Seguro sería de los maladrines que huiría mientras me desangro en una puta calle de mierda con las víseras estalladas? Todavía el muy imbécil me gritó cuando logré cruzar y me pendejeó. Obvio en dos segundo no pude decirle mucho, pero me pareció lo más lógico (ya que hablaba con un bruto, actuar ...brutalmente) patearle el coche. ¡Y lo logré! Y creo que lo abollé. Él se siguió pero muchos de esos simios, adoran su coche (que seguro sangran pagándolo) como si fuera la mismísima virgen de guadalupe.
Sin embargo, esta acción lo único que logró (no fue el desahogo) sino aumentar mi frustración con los simios, con la gente, con todo. Y me caga tener que volver a mi oficina, sin haber comido (porqeu ya noqueria continuar en tan hostil escenario), sin dinero (porque pagué mi teléfono y mis fotos tamaño pasaporte donde salgo cachetonsísima y no por un efecto del lente y porque el cajero estaba cerrado y el otro no acepta mi tarjeta) y sin haber logrado pagar la luz.
LOS ODIO A TODOS. A todos los que andan por ahí con sus sonrisitas, a todos los conductores que no sé qué piensan. Odio volver a trabajar a mis labores que cada vez, parece que se esfueran en que me cague mi trabajo.
Y odio no tener mi puta cámara porque está en el salón 21 desde el conceirto de Travis.